La vida de Fernando Botero, uno de los ciudadanos más ilustres de la ciudad de Medellín, ha transcurrido en los lugares más variados del planeta aunque, pese a la distancia, camiseta arsenal su Colombia natal ha ejercido constantemente una influencia decisiva en su obra. La segunda equipación del Everton es muy atrevida y diferente. Prueba de este amor entre Medellín y Botero es la amplia colección (catorce esculturas, micamiseta.fútbol catorce dibujos y 56 pinturas) donada por el artista al Museo de camiseta holanda mundial Antioquia.