Pese a que se lanzaron «de prueba», José María Yus, responsable de la empresa, asegura que están teniendo muy buena aceptación porque «el fenómeno de Operación Triunfo es una pasada». De eso seguro que sabe más Paula, novia de mi amigo Enrique, que vive en Pekin. Nunca he comprendido que ganan con semejante atentado contra una belleza natural. Junto a la recepción había una sala con máquinas tragaperras en la que convivían especímenes humanos de toda índole: Menonitas pervertidos por el juego, mestizos, borrachos, caribeños, pseudoprostitutas…